Vivimos tiempos de incertidumbre debido al virus innombrable. Venceremos a pesar de los estragos. Y conseguiremos centrarnos en nuestros quehaceres habituales y en establecer el ROI de la formación. Como somos profesionales incombustibles no cejamos en el intento de aquello que es nuestra razón de ser: la gestión de la formación en el ámbito laboral.

Es obvio que, si tuviéramos que comprimir en dos palabras lo que significa la formación programada para las empresas, estas serían calidad y resultados. Sin calidad no es esperable obtener resultados positivos. Y sin resultados, la formación es una pérdida de tiempo y de dinero. ¿Cómo garantizamos la calidad y los resultados? Es la pregunta del millón.

El ROI es un método de trabajo, una herramienta que nos permite determinar la rentabilidad de la inversión en formación. Pero para llegar a la aplicación del método hay que pasar por diferentes etapas previas que nos ayudarán a alcanzar los resultados esperados. Es decir, podemos aproximarnos, por fases, al importante propósito de aislar el efecto achacable a la formación para la empresa. No es un tema menor; por el contrario, estamos ante una tarea de suma importancia. Pero debemos hacerlo por etapas; para lo cual tendremos que:

1º. Conocer los objetivos estratégicos de la empresa a corto y medio plazo

2º. Analizar las necesidades formativas de la empresa y en cada puesto de trabajo

3º. Evaluar sobre los contenidos impartidos

4º. Determinar el grado de satisfacción de los participantes

5º. Estimar qué porcentaje de lo impartido ha sido asimilado por cada participante

6º. Valorar qué porcentaje de lo aprendido se ha transferido al puesto de trabajo.

7º. Calcular la rentabilidad propiamente dicha.

Estamos ante diferentes perspectivas de aproximación al problema que nos pueden ayudar en el empeño de conseguir determinar el efecto de la formación sobre la empresa. En sucesivas entradas continuaremos profundizando en el tema.

P.D. Debido a las circunstancias que atravesamos para luchar contra el coronavirus y debido al aislamiento forzoso al que nos hemos visto abocados a raíz de haber sido decretado el estado de alarma en España, por solidaridad con tantas otras empresas e instituciones que ponen a disposición del conjunto de conciudadanos su granito de arena, también ABADÍA pone a disposición de las personas interesadas la resolución de cualquier preocupación o consulta relacionada con la formación para el empleo (más concretamente la formación programada por las empresas-bonificada) para aclarar cualquier duda que le pueda surgir. Sin cargo alguno. Pueden dirigir sus consultas al correo consultor24@gmail.com o facilitarnos un número de teléfono y nos pondremos en contacto.

2 comentarios en “El innombrable y el ROI en la formación”

    1. Ha sido muy curioso, Laly: todavía hay empresas que no están a la altura. Solicité una formación complementaria sobre el ROI a la empresa que tiene la franquicia en España y recibí una llamada de la empresa que me decía que me negaban esa formación porque yo era competencia suya. Viven a principios del siglo XX. Lo que ellos no saben es que, en la era digital, negarse a prestar un servicio de formación (seguramente cualquier servicio) es tirar piedras sobre su propio tejado. ¿Qué les hace suponer que no he accedido a esa formación mediante persona/empresa amiga). Lo cierto es que la estimación del beneficio que supone la formación para una empresa es un asunto muy importante. Y en esas estamos. Incluido en mi programa de estudios, como no podría ser de otro modo.

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